Año tras año las universidades se saturan de solicitudes de jóvenes para entrar en estas, esperando así ser aceptados y comenzar su vida universitaria, que se supone debe de durar cinco años, cinco años de preparación para la vida real laboral, o mejor dicho “la vida de afuera”.
Así como las universidades se llenan de alumnos de nuevo ingreso, así también gradúan a miles de jóvenes, jóvenes que sueñan con la oportunidad de salir a la calle y conseguir un trabajo digno o un trabajo acorde a lo que ellos estudiaron, a lo que saben hacer. Algunos lo consiguen, sea por suerte, por conectes o “cuello”, otros no corren la misma suerte. Y esos otros son la mayoría, es por esto que las cifras del desempleo día con día ascienden. La mayoría de jóvenes optan por entrar a trabajar a los famosos call centers, lugares donde se gana bien, relativamente, aparte no exige alguna carrera o un diploma más que el buen manejo del inglés, esto lo hace más atractivo a los ojos de personas que no tienen la oportunidad en otro lugar.
Se dan también los casos de jóvenes graduados que si obtienen trabajos acordes a lo que estudiaron, pero se les paga muy poco y se les exige demasiado. Tal como es el caso de Melvin Avelar, un joven que se graduó en el 2006 de la Universidad de El Salvador con la carrera de periodismo, el tenía el sueño que casi todos tenemos conseguir una plaza fija al culminar la carrera, pero este joven solo logro conseguir trabajos temporales con sueldos que no cubrían sus necesidades económicas. Marlon Carranza nos explica en este mismo artículo que los estudios revelan que “el desempleo en El Salvador es del seis por ciento en los adultos, pero la tasa de desempleo juvenil es mucho más alto porque anda rondando el doce por ciento”. Carlos Acevedo Coordinador del programa para el desarrollo humano del PNUD agrega a la vez que hasta el 2006 el 62% de los jóvenes estaban desempleados o subempleados, de estos el doce por ciento son desempleados y el cuarenta por ciento son subempleados, es decir, seis de cada diez jóvenes están subempleados. Dichas estadísticas nos hacen darnos cuenta de esta situación alarmante en nuestro país.
El desempleo también trae consigo otro tipo de problemas como lo es la emigración hacia los Estados Unidos, la mayoría de los jóvenes toman la decisión de emigrar para otro país en su mayoría Norte América en busca de un trabajo mejor y de más oportunidades. Esto lo hacen principalmente los jóvenes que no tuvieron la oportunidad de estudiar en una universidad y se quedaron solamente con el título de bachiller, cosa que les hace sumamente difícil el tener oportunidad en EL Salvador a menos que sea un trabajo con muchas horas laborales, un salario inferior y resultan siempre siendo arriesgados.
Aparte de esto también existen otros problemas como los jóvenes que al sentirse frustrados por no tener un buen trabajo o por no haberse graduado en la escuela o universidad, optan por lo más fácil, por lo que la calle les ofrece, unirse a pandillas y acrecentar así la delincuencia juvenil, desencadenando un serie de más y más complicaciones para el país.
Pero en fin, vivimos en un país tercermundista lo que nos obliga a buscar oportunidades hasta por debajo de las piedras y si bien es cierto es indignante el pasar cinco años en una universidad esperando obtener trabajo para subsistir y no encontrarlo. Los factores son incontables, antes decían que no tenías oportunidad si no tenías alguna licenciatura, ahora no tienes oportunidades sin dos maestrías y unos tres idiomas, es decir la competencia es dura y las recompensas escasas.
Recomendaciones para el Gobierno son muchas, las marchas en la calle exigiendo más puestos de trabajo están a la orden del día, pero si los de arriba no reaccionan, no importa que se hagan huelgas de hambre por meses y meses, en países como el nuestro es difícil ser escuchado.
Solo como ejemplo la Universidad de El Salvador (UES), la única institución superior pública del país y con mayor demanda de estudiantes graduó en el 2007 a tres mil 63 jóvenes de diferentes carreras, de los cuales, la mayoría está subempleados o desempleados, entiéndase este último término a aquellos que están en busca de un trabajo. http://www.pnud.org.sv/2007/content/view/71/160/
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